18 marzo 2008

Transporte urbano

Tiempo atrás en los tablones de 1 y 57 cuando todos le cantábamos a Alak y lo mandábamos a la puta que lo parió, Bruera usaba la voz del estadio para hacer su contracampaña al SUT. Contaba el cuento de una mujer a la que todos buscaban porque había subido a uno de los bondis de colores y nunca había aparecido. Era una publicidad graciosa. Pero la gracia está en que en el colectivo no te perdés, porque a ciertas horas es difícil conseguir subirse a uno.

***

-¿Cuánto hace que esperas?

-Quince, veinte minutos…

-¿Pasó alguna “D”?

-¿De que línea?

-Del 7.

-No se. Pasaron dos siete pero, la verdad, ni me fije.

-¿Vos que esperas?

-El Sur. El diecinueve o el veinte.

-Por lo menos tenés un par de opciones… ¿Pero pasan hoy domingo a esta hora?

Miró la muñeca: el reloj marcaba las once y moneditas de la noche.

-No se… ¿Cortan los domingos?

-Y… el Sur es como el Siete. A veces pasa y a veces… pasa cuando quiere. La otra vez, un domingo, estuve hasta la una y veinte esperando. Y no pasó.

Media hora más tarde los pasajeros subieron al primer Sur 19 que paró en la garita de calle 50, frente a la Plaza Moreno.

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