05 junio 2010

Tiene 15 años y un historial de abandono

Final anunciado: un pibe poxi asaltó y tomó de rehén a un vendedor en pleno centro
Fue a metros de Plaza San Martín. Su madre había pedido internarlo por su adicción


Tiene 15 años y problemas con las drogas. Y aunque el chico cuenta con cincuenta ingresos en comisarías de La Plata, los servicios zonales y locales que dependen del Estado no lograron contenerlo. Y ayer pasó lo que el abandono tornó inevitable: asaltó una casa de ropas del centro de La Plata y tomó como rehén a un empleado. Lo mantuvo con un cuchillo al cuello mientras la plana mayor de la Policía local y regional intentaba convencerlo de que se entregue. Pero el pibe pidió a su mamá y comida, hasta que tuvo un descuido y los uniformados le cayeron encima. Anoche, esperaba a que un juez habilite su internación como medida de seguridad: una medida punitiva que supla la de contención que habría solicitado su madre para que no pasara lo que pasó.
El episodio ocurrió a las 13.35 de ayer cuando el adolescente ingresó al local Tiza Outlet ubicado en 7 entre 54 y 55, a 150 metros de la Legislatura y a tres cuadras de la Gobernación, cuando en el comercio sólo se encontraban dos empleados.
El chico encaró a uno de los trabajadores, lo amenazó con un cuchillo y pidió el dinero de la recaudación. Al ver la situación, el otro dependiente escapó del local y una vecina llamó al 911 y dio la alarma a la comisaría Primera.
En unos minutos el jefe del Distrito Centro, Daniel Piqué, entró al comercio. Detrás de él llegaron el resto de los jefes: el comisario de la Primera, Marcelo Tidoni, el jefe Departamental, Alejandro Moreno y el jefe de la Región Sur, Roberto Castronuovo.
Comenzó una negociación que se extendió durante cerca de 50 minutos. Un jefe policial contó que, aunque tensa, fue en realidad una charla. Es que, precisó, conocían al chico porque pertenece al grupo de niños y adolescentes que dormían en Plaza San Martín, estigmatizados por algunos medios como "la banda de la frazada".
Durante la negociación, el chico amenazó con "cortar" a su rehén y lastimarse él. Pero dijo también que tenía hambre y pidió comida: "Mandamos a comprar algo y le dimos un sándwich y una coca", contó Piqué a este diario.
Y también "pidió que venga la madre", detalló Castronuovo. Y aclaró: "La hicimos venir, pero resolvimos que no ingrese al local porque advertimos que tampoco quería hablar con ella".
A las 14.20 la toma de rehenes terminó. Mientras hablaban con el pibe, Tidoni se le acercó de improvisto desde un lado y le sujetó el brazo en que tenía el cuchillo. Al instante, el comisario de la Novena, Gustavo Fernández, le saltó encima y, entre los dos, lo redujeron. Y el comisario Piqué lo esposó.
El rehén quedó libre e ileso. El adolescente solo ileso.

INTERNACIÓN. "Tiene serios problemas de conducta, ha estado detenido en reiteradas oportunidades, tiene antecedentes por robos reiterados en el casco urbano de la ciudad, siempre por delitos en comercios de la zona", dijo Castronuovo durante una rueda de prensa en la puerta del comercio.
Esos antecedentes son entre 40 y 50 entradas a comisarías platenses, detalló un jefe policial. Además, su historia cuenta con el pedido de una medida de resguardo solicitada por un fiscal y rechazada por un juez.
Pero el pedido de una ayuda no punitoria habría llegado de parte de su madre, quien en un Tribunal de Familia pidió que internen a su hijo para tratar su adicción a las drogas.
Anoche, el adolescente fue derivado al Centro de Recepción de La Plata de 63 entre 2 y 3, a la espera de que un juez defina el pedido del fiscal de alojarlo en un instituto.

ABANDONO. Un problema del pibe detenido es el Poxirán. Pero también el abandono: "Tiene 50 entradas en comisarías. En la primera caída deberían haber actuado los servicios Local y Zonal y no lo hicieron. Lo que siguió fueron 49 inacciones más", dijo una fuente judicial.
Según organismos de defensa de la niñez, el seguimiento del caso del adolescente ya lleva tres años y en todo ese tiempo los servicios de Estado no hicieron nada  por contenerlo.
El jueves, la Cámara de Apelaciones dio un plazo de diez días a la Provincia y a la Municipalidad para poner en funcionamiento real las herramientas de contención y abrigo de niños que, evidentemente, están fallando.

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