24 diciembre 2007

Huevos de dinosaurios

Una investigación de la Justicia Federal, coordinada con el FBI, logró identificar a un palontólogo escocés que retiró los huevos del país.

Con el arribo a esta ciudad de las conclusiones de una investigación norteamericana, la Justicia Federal neuquina espera el visto bueno del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, para repatriar cerca de una veintena de huevos de dinosaurios extraídos del yacimiento de Auca Mahuida y retirados ilícitamente del país.
La extraña causa internacional que investiga el titular del Juzgado Federal Dos, Guillermo Labate, involucró la participación de un agente del FBI (siglas inglesas para la Oficina Federal de Investigaciones), que llevó adelante las pesquisas en territorio norteamericano.
A través de un exhorto enviado en el año 2004 a EEUU, el juez Labate dispuso frenar la subasta en la casa de remates Guernsey´s, ubicada en el número 108 de la calle 73 Este de la ciudad de Nueva York, donde el 24 de junio de ese año preveía subastar huevos de dinosaurios petrificados extraídos del patrimonio paleontológico neuquino.Luego de la irrupción de la justicia y la INTERPOL, la casa de subastas se comprometió a resguardar en su caja fuerte las piezas paleontológicas.
Producto de la legislación compartida entre Argentina y el país del norte respecto de la protección del material paleontológico, el FBI dispuso al agente Mac Affrey, quien logró establecer que el ingreso de los huevos a ese país se había realizado desde Escocia.Las piezas petrificadas fueron extraídas del yacimiento paleontológico de Auca Mahuida, único en el mundo del que se encontraron huevos de dinosaurios con embriones.
Según la investigación neuquina-norteamericana, el ciudadano escocés Terence Manning, con domicilio en la isla de la Gran Bretaña, estuvo en la argentina en 2001.

Agente Federal
La investigación norteamericana encarada por el agente Mac Affrey logró ubicar al paleontólogo escocés, quien pretendía subastar los huevos por varios cientos de miles de dólares en Nueva York.Según confirmó esa investigación norteamericana, Manning habría trabajado en los yacimientos paleontológicos argentinos en el año 2001, y entre finales de ese año y principios del siguiente habría sacado el material protegido hacia la Gran Bretaña primero, y desde allí habría sido derivado hacia New York para su venta.
Según las conclusiones de la investigación encarada por Mac Affrey que a finales del mes pasado llegaron al Juzgado Federal neuquino, el ciudadano escocés aseguró no estar al tanto de que la exportación que había realizado constituía un delito o irregularidad. De todas formas, confirmó que había trabajado en Auca Mahuida con paleontólogos locales, y que él mismo había exportado las piezas paleontológicas.
Fuentes judiciales confirmaron que no solo la exportación de estos materiales está prohibido, sino que por convenio con Norteamérica, también esta controlado su ingreso a ese país del norte.
Sin embargo, fuentes vinculadas a la investigación sospechan que el interés norteamericano en descubrir cómo fueron violadas sus fronteras con material sumamente controlado, tienen más relación con la preocupación de ese país con el control del terrorismo, que con el contrabando de piezas paleontológicas argentinas. Por ello, la fuente destacó que los agentes federales yankis tardaron tres años en responder los pedidos del juez Labate.

Repatriación
Luego de la prohibición de realizar la subasta, el Juzgado espera la confirmación del Departamento de Estado Norteamericano para repatriar los cerca de 20 huevos petrificados. Según comprobó la investigación, las piezas fueron extraídas del yacimiento fosilífero de Auca Mahuida, descubierto en 1998, donde existen cientos de miles de huevos de dinosaurios dispersos en una extensión de entre 25 y 30 kilómetros de largo, que, diversas publicaciones científicas dataron en unos 80 millones de años de antigüedad.
Publicaciones científicas aseguran que los paleontólogos determinaron que los huevos, pertenecen a dinosaurios saurópodos, una especie de enormes herbívoros que depositaban sus huevos junto a ríos meandrosos, en una región que por entonces crecía una copiosa flora de plantas.
El yacimiento es el único en el mundo en el que los científicos dieron con huevos con los embriones completos dentro. Gracias a esas piezas la comunidad científica pudo identificar por primera vez la piel de los dinosaurios, hallada impresa contra las paredes de los huevos, de una dimensión de entre 12 y 15 centímetros de diámetro.

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